miércoles, 14 de diciembre de 2011

Cuentame un Cuento

  "Había una vez...", "Érase una vez..." o "En un lugar lejano...", son algunas de las fórmulas mágicas, que se utilizan para comenzar un cuento y que consiguen transportarnos a un mundo de fantasía.
  Os acordáis cuando éramos niños y  nos contaban esos cuentos, como nuestra imaginación volaba a mundos fantásticos, donde todo lo que soñábamos se hacía realidad, y éramos los protagonistas de las aventuras más insólitas.... 
   Los cuentos tienen ese poder, el de liberar y alimentar la imaginación de los niños, de tal forma que ellos son los protagonistas de sus mundos mágicos,  donde pueden llegar a ser princesas atrapadas en un castillo..., un valiente caballero que caza dragones..., o vivir bajo el mar y tener a un cangrejo como amigo...
  Pero los cuentos no sólo sirven para estimular la imaginación y vivir fantásticas aventuras, además los cuentos tienen un gran valor educativo y nos servirán como recurso para la enseñanza.
  Según Asunción Martín, autora de investigación científica, algunos de esos valores educativos son que:
- Actúan como un gran catalizador de la imaginación infantil.
- Proporcionan un goce estético.
- Estimulan la creación de nexos entre lo real y lo irreal.
- Estimulan también el sentido de la justicia y el bien y otros valores.
-Conduce al niño a realidades del mundo de su entorno.
-Proporciona un deleite espiritual y ayuda siempre a ampliar el ámbito lingüístico.
Publicado en la revista digital "Investigación y educación" (2006) nº 22.
  Además de:
- Ejercitar la escucha.
- Proporcionarles un mayor dominio de temas, sobre todo si las historias abordan diferentes situaciones y ofrecen un mensaje.
- Ejercitan la escritura observando los textos que describen las imágenes, incluso cuando no sepan escribir, porque visualizarán las palabras en un primer momento y les ayudará cuando llegue ese tiempo.

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